Una de las preguntas que muchas personas se hacen cuando empiezan a opositar es si es mejor asistir a una academia, optar por un preparador privado o con un grupo reducido.
La respuesta no es clara ni inclinada hacia una opción en particular, ya que depende de varios factores:
- El presupuesto que tengas para invertir en tu preparación.
- Tu disponibilidad y horarios para recibir las clases.
- Si ya tienes un hábito o método de estudio propio o necesitas un seguimiento más personalizado.
- Si prefieres ser autodidacta o que te guíen y faciliten el proceso.
Generalmente, los preparadores trabajan con grupos reducidos, desde 1 a 6 personas, siendo 4 el número más habitual.
En las oposiciones TIC no es común contar con un preparador individual, generalmente son preparadores para grupos reducidos. Personalmente, en la última fase de mi preparación opté por un preparador individual para aprovechar mejor el tiempo. Es cierto que resultaba más caro, ya que debía asumir yo todo el coste, mientras que en un grupo se divide entre todos los miembros. No obstante, todo depende de lo que necesites en cada momento, y en ese momento consideré que era lo que más me convenía.
Es importante tener en cuenta que los preparadores suelen ofrecer una atención mucho más personalizada, ya que llegan a conocer la personalidad, los puntos fuertes y las debilidades de cada opositor. De esta manera, pueden ofrecer consejos y un enfoque adaptado a las necesidades de cada persona, similar a un entrenador personal en un gimnasio. Para hacer una valoración más precisa, es necesario diferenciar el tipo de ejercicio al que te enfrentas.
Test
Si el ejercicio es de tipo test, el enfoque está en cómo abordar el estudio del temario completo sin agotarse en el intento. Es fundamental saber diferenciar entre los contenidos «superfluos» y los que realmente hay que memorizar, sin perder el contexto y la comprensión del tema. También es esencial planificar bien el estudio y aplicar técnicas de memorización. En mi opinión, este tipo de preparación no requiere una atención especialmente personalizada, ya que los consejos, materias, planificaciones y técnicas pueden transmitirse igualmente a un grupo amplio sin perder calidad. Además, la corrección de los test puede realizarse de manera autónoma, utilizando una plantilla de soluciones, por lo que no es imprescindible que sea el preparador quien los corrija. Por todo esto, para este tipo de ejercicio es perfectamente adecuado asistir a una academia o contar con un preparador en grupo, sin perder calidad ni atención personalizada.
En este tipo de ejercicio, dado que los temarios son largos y dar una sola vuelta lleva varios meses, es importante ser metódico y disciplinado, sobre todo cuando la fecha del examen aún no está determinada y ni siquiera ha salido la convocatoria. Si te cuesta mantener el ritmo por ti mismo, es mejor que sigas la guía de un preparador o academia, o podrías avanzar muy lentamente.
Desarrollo
Para los ejercicios de desarrollo y preguntas cortas, un preparador sí puede marcar la diferencia respecto a una academia, ya que es él quien se encarga de corregir personalmente los ejercicios de todos los alumnos. De esta forma, recibirás correcciones ajustadas a tus necesidades y al tipo de errores que cometas. En este caso, es preferible un grupo reducido, pues además de las correcciones del preparador, podrás escuchar las soluciones de tus compañeros y aprender de ellas. En estos grupos pequeños, donde se establece una relación de confianza, compartir información y apoyarse mutuamente puede ser tan beneficioso como el apoyo del preparador. Tus compañeros serán quienes te apoyen durante todo el día, fuera de las sesiones con el preparador, cuando necesites compartir inquietudes y sensaciones. Además, al intercambiar resúmenes y material, se crea una relación de beneficio mutuo entre todos.
Supuesto práctico
En los ejercicios prácticos, ocurre algo similar a los de desarrollo, pero el valor añadido del preparador es aún mayor. Los ejercicios prácticos suelen tener múltiples soluciones, por lo que contar con una persona que corrija tu propuesta y te ayude a pulir tus debilidades, además de escuchar las propuestas de tus compañeros, ofrece una ventaja significativa. En las academias, generalmente no es posible corregir las propuestas de todos los alumnos, por lo que se corrige la de un voluntario o el profesor proyecta su solución. Si puedes permitírtelo y deseas optimizar tus esfuerzos, es en este tipo de ejercicio donde más recomiendo contar con un preparador en lugar de una academia.
Si eres autodidacta y tienes experiencia laboral, podrías prepararte por tu cuenta, pero debes tener en cuenta que necesitarás más tiempo que si recibes una preparación guiada, donde te explican las especificidades del examen y de las administraciones públicas y el enfoque adecuado para un examen de estas características.
Si te gusta esta entrada y quieres que siga creando contenido de este tipo, me ayudaría muchísimo que me lo hicieras saber, aquí te dejo algunas opciones:
- Escribiendo una reseña en Google.
- Suscribiéndote para recibir todos los contenidos y actualizaciones–
- Compartiendo este contenido con otros opositores o en redes sociales.
A ti no te cuesta nada, y a mí me haces la más feliz de mundo 😉



Comentarios recientes